Con motivo del recordatorio de los 40 años del asesinato de Rodolfo Walsh por parte de los comandos del Ejército Argentino, se realizaron actividades en su ciudad natal, Lamarque en la provincia de Río Negro. Para esa ocasión preparé dos obras de arte sonoro: “Todos los medios a su alcance…” y “Esa mujer”.
ESA MUJER
Para concretarla utilicé un audio en el que autor lee ese cuento y por medio de edición digital fueron agregados sonidos propios de una máquina de escribir funcionando y otros efectos ambientales tanto a la voz como al teclado (eco, reverberarncias, etc.).
Los parlantes estaban colocados dentro de un tacho de acero inoxidable debajo de la mesa, con la intención de que el sonido sea percibido como generado en ese lugar.
Los parlantes estaban colocados dentro de un tacho de acero inoxidable debajo de la mesa, con la intención de que el sonido sea percibido como generado en ese lugar.
En una mesa estaba ubicada la máquina de escribir sobre un mantel blanco y hojas con el cuento escrito (en la máquina de escribir estaba la última página con la palabra FIN recién escrita), un portarretrato sin foto pero con un fino alambre en su interior en el que se adivina la silueta del rostro de Evita, también sobre la mesa había una rosa blanca (Perón, durante mucho tiempo, depositaba todos dos los días, frente al retrato de Eva, una flor similar).
Frente a la mesa, una silla también blanca. La escena estaba iluminada por luz blanca, cenital de intensidad media, la luz proyectada alrededor, tenía un filtro azul/violeta. Al fondo y en torno a esta escena, telas negras delimitaban un semicírculo con la intención de diluir los planos de las paredes y el piso.
Esta obra se armó en un espacio al que se accedía por una puerta. Desde el exterior, se escuchaba tenue, el sonido de las teclas golpeando sobre el papel, a medida que la gente se acercaba a la mesa, la voz de Rodolfo Walsh se hacía cada vez más clara y presente. Luego se podía leer el texto y ver con más claridad la forma del portarretrato y de la flor.
Frente a la mesa, una silla también blanca. La escena estaba iluminada por luz blanca, cenital de intensidad media, la luz proyectada alrededor, tenía un filtro azul/violeta. Al fondo y en torno a esta escena, telas negras delimitaban un semicírculo con la intención de diluir los planos de las paredes y el piso.
Esta obra se armó en un espacio al que se accedía por una puerta. Desde el exterior, se escuchaba tenue, el sonido de las teclas golpeando sobre el papel, a medida que la gente se acercaba a la mesa, la voz de Rodolfo Walsh se hacía cada vez más clara y presente. Luego se podía leer el texto y ver con más claridad la forma del portarretrato y de la flor.
Esta instalación se montó también en el Instituto de Formación Docente Continua de Luis Beltrán en el marco del 2do. Congreso de Trabajo Docente realizado los días 14, 15 y 16 de setiembre de 2017.
Audio:
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